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La peste de Milán

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Milán, 1629.  El Ducado estaba pasando por una grave crisis económica debido a la caída en las exportaciones de textiles, principal fuente de su riqueza, en una crisis política por la avanzada del dominio español y atravesada continuamente por ejércitos debido a la muerte del duque Vincenzo II Gonzaga, del ducado de Mantua; así que, cuando llegaron noticias de que en otras ciudades habían aparecido casos de peste bubónica, nadie le prestó mucha atención. El gobierno local propuso una serie de medidas de contención a mediados de octubre, que se aprobaron a finales de mes y se comunicaron a mediados de noviembre a las cámaras de representantes.  Unos días después, el 18 de noviembre, se ordenó una fiesta pública multitudinaria por el nacimiento del nuevo príncipe. Oh sorpresa, poco después un joven murió con la peste en el Ospedale Maggiore. Solo entonces comienzan a tomarse medidas serias -pero no por ello eficaces.  Por otra parte, cuando se tomaron las primeras medidas, la gente acusó

Familia (2): Toma y daca

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En teoría de juegos se ha estudiado mucho el toma y daca , ya que se trata del modelo más eficiente para generar una asociación entre pares que sea constructiva. Se trata de un juego de turnos donde, curiosamente, gana quien primero da confianza. Jugársela por el otro, incluso por un desconocido, y luego esperar su respuesta es el mejor modo de salir ganando. Después, uno debe ser capaz de hacer un paso atrás y esperar la reacción del otro, y solo dar lo que se recibe. Si te dan palos, dar palos. Si te dan confianza, devolver confianza. Se establecen las reglas que luego sirven para toda la vida. "En el principio, fue el altruismo". Ya conocemos la teoría: tú me das, yo te doy; hoy por ti, mañana por mí. Cuántas veces en la escuela nos hicieron repetir eso de que "es un gran valor la reciprocidad" o que "respetos guardan respetos". Pero en casa, detrás de los muros, las cosas son diferentes. Todo comienza y termina en familia. Es el lugar donde se

De la podredumbre

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El arte es esencialmente experimentación. Es un juego, uno muy serio, por lo que no se lo puede tomar en serio. En este juego se proponen reglas y límites privados para luego transgredirlos con creaciones estéticas o rupturas salvajes. Es un microcosmos privado de comprensión de realidades, de percepciones sensoriales y de exploración de las cosas que son importantes para cada autor. En este poemario peculiar y sucio hay un tiempo de la historia que no se iguala nunca al tiempo del relato. Es una mirada que nunca pasa y nunca inicia: se marca repetidamente el inicio del acto i, cuadro i, escena i , como una obra lista para ser representada pero nunca puesta en escena. En esta obra, en este intento de representación de una realidad que no inicia, Hablar es un acto inhumano . Las palabras, que supuestamente nos diferencian de otras especies animales y nos hacen lo que somos, son también el campo de la confusión, del malentendido, de la demostración que su sofisticación (o ausencia de sof

Sobre “Eisejuaz”, de Sara Gallardo: Sacrificio

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Acabo de terminar de leer la novela “Eisejuaz”, de Sara Gallardo. No sé si es necesario decir lo maravillosa que es. Hay, sin embargo, algo central (y lateral a la vez) que me pica. El enfrentarse a lo infinito-incomprensible-complejo-trascendente, a la conciencia, conmueve -y por eso la religión es algo endémico en nuestra especie. Estamos (somos) vulnerables frente a lo infinito. En nombre de esa vulnerabilidad buscamos un contacto con lo divino, asegurarnos que podremos vivir un día más, y por eso los rituales de sacrificio son también -ejém- algo endémico en nuestra especie. El sacrificio ( sacrum facere , cumplir un acto sagrado) en casi todas las culturas ha consistido en ofrecer algo al dios, haciéndolo así sagrado, con-sagrándolo, para lograr una relación de confianza y familiaridad con la divinidad. El sacrificio es el acto pero es también la ofrenda. Aquello ofrecido suele ser un animal o un ser vivo, que no se convierte en sacrificio sino hasta pasar por una transformación,

Sobre “Autorretrato”, de Saúl Montaño, con desvíos zoológicos

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Mis perras son muy efectivas en esto de cazar ratas. Encontraron el punto preciso donde se encuentra su nido en la caja de acopio de las alcantarillas, cavaron un enorme agujero para esperarlas y cada vez que una pasa por allí la sacan a mordiscos, la hacen volar por los aires y la matan con sus mandíbulas certeras. Los gatos no hacen eso. Más bien parecen anatomistas, científicos o psicópatas, estudiando cómo afecta cada hundida de garra o mordisco en su sistema. Prolongan muchísimo la muerte de la rata. Una vez me quedé en mi habitación llorando mientras escuchaba un ratón chillar por más de dos horas hasta su muerte. Luego mi gata entró por la ventana, orgullosa de su trabajo, con el ratón entre los dientes para dejármelo como regalo en la alfombra bajo la cama, sobre mis pantuflas, no vaya a ser que no lo note, casi con condescendencia por mi inutilidad en las artes de la cacería. Me gusta mirar los animales. Quiero escribir una especie de sociología zoológica, ver sus comport

Trenzas de alquiler

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Acabábamos de visitar el Palacio Portales cuando Katherine Pancol nos propuso a Cristina y a mí que aprovecháramos lo poco que quedaba de luz para visitar “la Cochabamba real”. Había llegado por la mañana y solo estaría un día en la ciudad. Por la noche tendríamos la presentación de su trilogía Muchachas, así que no podíamos perder tiempo. Tomamos, pues, un taxi hacia la terminal de buses para luego entrar a La Cancha. La verdadera Cochabamba es el mercado. Mi hija y yo vivimos un buen tiempo cerca del mercado, así que acabé por hacerme amiga de muchas caseras. No teníamos mucho dinero por entonces, así que los fines de semana nos íbamos a perder entre las callejuelas de La Pampa como quien va a un parque de diversiones. Por esas mismas calles llevé a Katherine. Foto de Cristina Canedo Caminamos mucho entre largos pasillos de pantalones, pantaletas y pimentones. A cada rato me volvía para ver a Katherine. Sabía que había nacido en Marruecos, pero no qué tanto acostumbra camin