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Mostrando las entradas con la etiqueta Rodrigo Urquiola Flores

Mis apuntes / retorno de vacaciones

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Tomé esta foto en el mar del norte. [Probablemente esta sea la entrada del blog con la que menos a gusto me siento y una de las más autoreferenciales. Nunca antes escribí mis intenciones con el blog ni puse cosas personales.] Me tomé unas vacaciones de mis apuntes. Unas largas y descaradas vacaciones. Hace mucho que no me desconectaba por tanto tiempo y es, lo juro, una sensación muy rara: no estoy acostumbrada a tomar descansos y eso cuesta caro. [Piero tiene razón: de vez en cuando viene bien dormir ] Durante este tiempo, estas semanas de ausencia, me estuve preguntando qué es lo que estoy haciendo en este espacio. En este blog no he pretendido escribir reseñas, sino proponer otras lecturas, trenzar ideas, especular a rienda suelta y dejar que el eco muestre el perfil de una geografía interior. Pero igual me pregunto para qué o quién escribo. ¿Estos mis apuntes son para alguien, para comunicarme con alguien al otro lado de la pantalla o solo escribo para mí y mis deseos? No

Azar

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Hace poco leí un artículo de un biólogo que decía que si retrocediéramos en el tiempo al momento en que fuimos fecundados y pusiéramos en marcha todo de nuevo después de que un espermatozoide entró en el óvulo, si pusiéramos play a la reproducción celular y al crecimiento de ese ser que fuimos esperando la reconstrucción de nuestra vida, aquella vida que se formaría no sería la nuestra. Aquella persona que crecería, no serías tú. Aquel conjunto de piel, de huesos, neuronas y vísceras tendría otra conciencia, otra historia, otra visión del mundo. En una reconstrucción de tu vida, tú no serías tú, no podrías ser tú, nunca se repetirá un tú. La razón es simple: por un lado, nuestro código genético no codifica todo: solo dice "háganse las células", pero no predefine cómo se organizará cada tejido, qué forma tendrá cada neurona, dónde nacerá cada cabello. Por otro lado, hay una fuerza oscura, invisible y que determina nuestras vidas que actúa al mismo tiempo. Una fuerza poder

Dar la espalda al lector

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Para quienes somos lectores, la escritura parece algo sencillo: basta contar una historia, una buena historia, y ya. Cuando se está del otro lado, del que está queriendo construir una narración, la cosa es mucho más complicada. Hay muchas maneras de que todo salga mal y al final no se logre transmitir en la narración lo que se desea contar. Incluso autores que tienen mucha experiencia, una gran calidad de trabajo y muchas horas de esfuerzo, pueden cometer algunos errores en la narración que puedan tener un costo al final y no funcionar. El riesgo está en contar algo de un modo tal que no haya una justificación en la trama y que rompa con la burbuja del mundo de ficción creado por el autor. Un ejemplo de esto lo encontramos en el cuento “La emboscada”, de Rodrigo Urquiola Flores. El cuento está escrito desde la perspectiva de un narrador-testigo, alguien que es parte del mundo del relato y cuenta los hechos desde su punto de vista, que no es el personaje central, sino secundario. Y hast