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Mostrando las entradas con la etiqueta Saúl Montaño

Sobre “Autorretrato”, de Saúl Montaño, con desvíos zoológicos

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Mis perras son muy efectivas en esto de cazar ratas. Encontraron el punto preciso donde se encuentra su nido en la caja de acopio de las alcantarillas, cavaron un enorme agujero para esperarlas y cada vez que una pasa por allí la sacan a mordiscos, la hacen volar por los aires y la matan con sus mandíbulas certeras. Los gatos no hacen eso. Más bien parecen anatomistas, científicos o psicópatas, estudiando cómo afecta cada hundida de garra o mordisco en su sistema. Prolongan muchísimo la muerte de la rata. Una vez me quedé en mi habitación llorando mientras escuchaba un ratón chillar por más de dos horas hasta su muerte. Luego mi gata entró por la ventana, orgullosa de su trabajo, con el ratón entre los dientes para dejármelo como regalo en la alfombra bajo la cama, sobre mis pantuflas, no vaya a ser que no lo note, casi con condescendencia por mi inutilidad en las artes de la cacería. Me gusta mirar los animales. Quiero escribir una especie de sociología zoológica, ver sus comport

Sobre “Un río que crece”, observaciones preliminares (Cardumen)

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Salí del velorio un poco aturdida. He descubierto que tengo la capacidad de meter la pata y decir cosas inapropiadas en los velorios, y que esa capacidad aumenta proporcionalmente al tiempo que paso sentada mirando al finado, así que salí casi huyendo cuando sentí ganas de comentar sobre el uniforme de los encargados del salón. Caminé por la calle Man Césped con la intención de irme a casa, pero por las prisas de salir de las flores y el muerto, las velas y los pésames, había olvidado ir al baño. Como estaba cerca del centro de convenciones “El Portal” fui para usar el sanitario. Y pues nada, que me encontré en la puerta con una amiga que estaba organizando justo allí la presentación del libro publicado por ASOBAN, como forma de celebración de su 60 aniversario, Un río que crece: 60 años en la literatura boliviana (1957–2017) . Para entrar había una especie de laberinto, donde se colgaron detalles de la historia de los bancos nacionales más algunos objetos antiguos. Luego, en el sa