Sobre Carlos Rioja: heroísmo

Hace poco me encontré con el librito “Fiebre hemorrágica en San Joaquín”, una autobiografía novelada de Carlos Rioja Ortega. Rioja es uno de los más importantes poetas benianos, pero en este libro narra su experiencia como director del hospital de San Joaquín durante la irrupción de la fiebre hemorrágica boliviana.



Cuando fue nombrado director del hospital ya había iniciado la epidemia. Rioja cuenta que escribió al ministerio de salud “dando la alarma y reclamando urgente respuesta”; pero que el gobierno sistemáticamente desmentía los informes por la prensa con titulares como “Falsa alarma en San Joaquín” y noticias que decían que “agentes de la oposición tratan de desprestigiar en San Joaquín al gobierno de la Revolución Nacional”. Tras más de un mes de continuos telegramas con la situación de la población, recibieron una primera ayuda de parte de la Asociación Israelita de Cochabamba, que fue el inicio de una serie de ayudas y cooperación fundamental para la lucha contra el virus.

A lo largo de las (tan solo) 53 páginas del libro, el autor cuenta su lucha por llamar la atención del gobierno central, por buscar apoyo para un hospital que no contaba con lo mínimo indispensable para atender a la población, por buscar ayuda internacional y capacitada para contener el virus, sobre sus relaciones personales, su lucha contra el miedo y contra los prejuicios. En últimas, es un gran homenaje a la búsqueda desesperada por la supervivencia de una población. Para Rioja “la ciencia y la solidaridad humana tienen carta de ciudadanía mundial”.

Al final de la carrera contra la fiebre hemorrágica, algunos de los equipos norteamericanos que habían llegado a tomar muestras lograron aislar el virus, que se denominó Machupo I. Lograron también identificar el vector de contagio, permitiendo así contener la epidemia. El Machupo I es un virus peculiar, solo presente en el territorio boliviano y exclusivamente en una región de Beni. Tiene como reservorio a los ratones del tipo Calomys callosus, y hasta ahora no cuenta con una cura, sino solo se hace un tratamiento de los síntomas.

Cuando se logró contener la proliferación de ratones y se pudo finalmente disminuir la incidencia de los casos, el ministerio decidió reemplazar al doctor Rioja, destinándolo a la población de Guayaramerín donde no existía ninguna instalación o institución dependiente del ministerio de salud.

En el librito (publicado el año 1981 por la fundación Serafín Rivero Carvalho) se puede ver la entereza, el sacrificio, la persistencia y solidaridad que se tejen en una comunidad y entre los humanos por la voluntad de vencer la enfermedad y el miedo. Y también se siente la frustración por la incapacidad de reconocer lo que estaba sucediendo de parte del gobierno, que estaba tan ocupado en defenderse de una oposición (real o ficticia) que no tuvo la capacidad de reconocer a tiempo la dimensión de la tragedia vivida en San Joaquín.

Tras la lectura busqué información en internet sobre el virus y sobre el doctor Carlos Rioja. Fuera de pocas menciones (casi todas ellas relacionadas con su trabajo poético), hay muy poca información. Quizás recuperar del olvido personajes como este podría ayudarnos como colectivo para, no sé, saber quiénes somos, adónde vamos y todas esas cosas que se supone hacen los próceres mentados en los actos cívicos, con un heroísmo de a pie, de los que pueden cambiar la forma en que nos vemos al espejo.


Para saber más de la fiebre hemorrágica boliviana se puede revisar aquí y aquí. Sobre el trabajo poético de Carlos Rioja, encontré algunos poemas seleccionados en este enlace donde se puede ver algunas imágenes del libro Expresión poética del Beni, de César Chávez Taborga, publicado por Plural Editores. En cuanto al librín Fiebre hemorrágica en San Joaquín, lo encontré en una librería de viejo y no tiene datos editoriales -excepto haber sido publicado con la ayuda de la fundación cultural "Serafín Rivero Carvalho", no tiene fecha de publicación ni atribuciones. 

Comentarios

  1. admirable labor la del Dr. Rioja. gracias por compartir este valioso texto.

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    1. Admirable Dr fue Dios quien lo iluminó para editar ese libro y hoy tenemos y. Vivimos ese ayer. Con las mismas opiniones del gobierno Dios tenga misericordia de nuestro pais

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  2. Guillermo Rioja Ballivian12 de julio de 2019, 9:17 a.m.

    Orgullo de estirpe. Gracias por tu ejemplar valentía querido tío Carlos Rioja Ortega.

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    1. Tu tío fue un gran hombre. Hay mucho que aprender de su entrega. Gracias por pasar a leer.

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  3. Dr calutho eu conheci ele!
    Foi ele quem emitiu o laudo de falecimento de meu pai na cidade de Costa marques ro na década de 90.
    Essa semana eu estive com esse laudo do dr carlos riorgias ortega nas mãos.

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